Sunday, April 13, 2008

THIS LOVE

una canción que toca el alma

http://www.youtube.com/watch?v=URvC-7lcrvI

Σοφοκλς

Αντιγόνη o Antígona, una historia de Sófocles, una narración que muestra una faceta que es muy típica de los personajes de la mitología griega, el SENTIMIENTO, Antígona, lucha por enterrar a su hermano, cuyo cuerpo queda a merced de las bestias carroñeras, ella, desobedece a Creonte y le da sepultura a su hermano, y al ser descubierta, es juzgada y acepta morir.


Es la primera heroína, la primera mujer que muere por una idea y desafía al sistema, en este caso, el reinado de Creonte.


Esta historia nos habla de valentía, consecuencia, independencia, amor fraterno y la lucha por los ideales.


A continuación, fragmentos en griego antiguo de la obra, extraídos del libro : "Nueva antología griega" de Manuel F. Galiano, Francisco R. Adrados y Esperanza R. Monescillo.





MUJER EN LA LITERATURA GRIEGA

La figura de la mujer en la literatura griega, como autora, es bastante mínima en comparación con los hombres. Tenemos a Sófocles, Eurípides, Tucídides, entre otros, y también hubo una posición femenina, bastante marcada, principalmente en la isla de Lesbos, ubicada cerca de Jonia, frente a las costas de la actual Turquía.

En esa isla se concentraban escuelas para señoritas, donde las damas se preparaban para su casamiento. Las mujeres aristócratas se preparaban en materias artísticas como el canto, la lectura y la música.

Dos poetisas se destacaron, además de ser amigas, y de ser grandes instructoras, llegaron a calar hondo en el pensamiento femenino de aquél entonces, puesto que su alumnado adoraba a las maestras, y se sentían muy aferradas a ellas.


SAFO:

Σαπφώ fue única en su especie, fue una de esas cosas que sólo ocurren en ciertas épocas, muchos la consideran una de las musas, y de alguna manera eso fue.

En una sociedad marcada por el dominio masculino, Safo sobresalió y se destacó, (no tanto en su tiempo, pero la historia ha hecho el trabajo de reconocerla), llevó la poesía a niveles muy íntimos, melancólicos, un "lirismo amatorio".

A continuación, una selección de fragmentos de las odas de Safo, en ellas, vemos lo doloroso del amor, lo aterrador del crecimiento y la añoranza

ODAS

1 - A Venus

Diosa del trono incrustado de oro, Venus inmortal, augusta hija de Júpiter, que te complaces en tejer las redes del Amor, te ruego que no hagas desfallecer mi corazón bajo los pesares y los dolores; acude a mis ruego (...) Me preguntabas: ¿Quién es aquel que te propones capturar en las redes de tu amor?, ¡Cómo!, ¿Sus desdenes te ultrajan, oh Safo?. Pero si te huye hoy, pronto te perseguirá él, a su vez (...)


8

Tengo una joven y graciosa amiga, cuya belleza es tan radiante como la de las flores purpúreas; por ella desprecio la Lidia entera, y hasta la amable Lesbos.

9

Madre querida: no puedo tejer la tela. La temible Venus ha dominado mi corazón, que arde por un jovencito...

13

-¡Virginidad, virginidad! ¿Por qué te vas y alejas de mí? - ¡Ya no volveré más hacia ti! ¡Ya no volveré jamás!

16

Menisco ha depositado aquí, en honor de Pelagón, su hijo, una nasa y un remo, testimonios de la miserable vida del pescador...

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ERINA:


Amiga de Safo, fue discípula y adquirió todo el conocimiento, a diferencia de Safo, su obra es muy escasa y se ha podido recuperar muy poco de su trabajo. Se le atribuye la composición de un poema de trescientos versos hexámetros titulado "La Rueca".

Su obra es por un lado descriptiva y también muy íntima llegando a ser autobiográfica.

A continuación, fragmentos de sus epigramas:


2

Cabellos canos y poco abundantes constituyen para los mortales, el emblema de la senectud.

4

Esta imagen ha sido trazada por una mano delicada. Ilustre Prometeo: hay hombres cuya habilidad no cede a la tuya. ¿Por qué el artista que ha trazado tan hábilmente y con tanta verdad las facciones de esta jovencita, no le ha dado también la palabra? Si lo hubiese hecho, ahora poseeríamos a Agatarquis de cuerpo entero

6

Estoy consagrado a la virgen Baucis. ¡Oh tú que te aproximas a esta columna bañada con tantas lágrimas: vete y dile al dios que reina bajo tierra: "¡Eres un envidioso, Plutón!" Este bello momento anuncia al que le ve la suerte cruel de Baucis. Bajo estos mismos pinos, donde Himeneo iba a guiar muy pronto a la jovencita, uno de sus parientes tuvo que poner fuego a la pira fúnebre. Y tú, Himeneo, modifica el canto nupcial que debía ser cantado; cámbialo en dolorosos lamentos...


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